El Archaeopteryx sale de su jaula

Desde hace muchos años los evolucionistas han apuntado a fósiles icónicos como el de Archaeopteryx como ejemplo de la evolución de las aves de sus supuestos ancestros reptiles. Este fósil era el ejemplo clásico del famoso “eslabón perdido” aunque los creacionistas argumentamos desde el inicio que se trataba de sólo un ave, similar a las que vuelan en nuestros días.

Ahora, un nuevo descubrimiento está forzando a los evolucionistas a abandonar la historia del Archaeopteryx y cambiarla por una nueva. Científicos de China han descubierto a otra creatura con “plumas”, llamada Xiaotingia zhengi, la cual es vista por los evolucionistas como aún anterior al Archaeopteryx, según sus suposiciones de datación. Después de comparar a ambas creaturas con aves modernas y con dinosaurios, los investigadores concluyeron que ninguno de los dos fósiles es semejante a las aves modernas. De hecho, su propuesta es clasificarlos a ambos dentro del grupo de dinosaurios al que pertenece el Velociraptor, el grupo Deinonychosauria.

La revista Nature se pregunta acerca de cuál será la reacción de los creacionistas a la pérdida de importancia del Archaeopteryx en el árbol evolutivo: “Debido a su papel icónico, el Archaeopteryx ha estado también en la mira de los creacionistas, y sigue siendo un tema de debates políticos y de procedimientos legales acerca de la enseñanza de la evolución en las escuelas. Por supuesto, el descubrimiento de Xu y sus colaboradores sólo acrecienta el impacto del Archaeopteryx al resaltar el rico grupo evolutivo del que es parte, pero cómo los siempre astutos creacionistas cambiarán el descubrimiento, está por verse” (1).

No hay necesidad de ningún cambio de interpretación. Ni siquiera está claro si esta creatura alguna vez tuvo realmente plumas. Los investigadores solamente encontraron “impresiones de plumas apenas visibles” e “impresiones de piel apenas visibles”, y admiten: “desafortunadamente, las plumas están tan mal preservadas como para poder percibir detalles de su estructura” (2). El reporte científico del descubrimiento no muestra o describe ningún tipo de característica distintiva de las plumas tales como el raquis o las barbas.

Más aún, estas clasificaciones que ellos hacen están basadas en suposiciones completamente opuestas a la Biblia acerca de historia biológica común según semejanzas físicas. Por otro lado, los investigadores admiten que la evidencia disponible es muy pobre: “Nuestra hipótesis filogenética se encuentra débilmente fundamentada en los datos disponibles” (3).

La Biblia explica que Dios creó a todo tipo de ave en el quinto día de la creación, y después hizo a todos los animales de tierra en el sexto día (Génesis 1). Aún y cuando los distintos tipos de creaturas despliegan una maravillosa diversidad, no dejan de ser distintas especies y distintos géneros.

Answers Magazine. Vol. 7. No. 1. Enero- Marzo 2012. Pag. 9.

 

  1. L. Witmer, “An Icon Knocked from its Perch”, Nature 475 (2011): 458.
  2. X, Xu et al., “An Archaeopteryx-Like Theropod from China and the Origin of Avialae”, Nature 475 (2011): 467.
  3. Idem.