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Para nada como una Ballena

Creation 27(2):20, 2005
 
Por Alexander Williams y Jonathan Sarfarti

 
 
La Biblia enseña que las ballenas y otras criaturas marinas fueron creadas antes que los animales terrestres,1 y se reproducirían ‘según su especie’, y no cambiarían a diferente especie(Génesis 1:20-25). Sin embargo, los evolucionistas piensan que las ballenas evolucionaron de las criaturas terrestres. Por mucho tiempo, Darwin y sus seguidores no tuvieron ni una remota evidencia fósil plausible para sustentar su ‘fe’. Por ejemplo, los expertos evolucionistas en ballenas como E.J. Slipper admitieron en 1962: ‘No poseemos ningún fósil de las formas transicionales de los ya mencionados animales terrestres [esto es, los carnívoros y ungulados (animales con pesuñas) ] y las ballenas’.2
Desde entonces, algunos descubrimientos fósiles han hecho la tan mencionada evolución de la ballena, un punto central de la propaganda evolucionista.3 Los evolucionistas pregonan al son de trompeta estos y otros supuestos ‘eslabones perdidos’ como prueba de la veracidad de la evolución, e implícitamente del error de la Biblia.
 
Pakicetus, ¿la casi ballena de Pakistán?
 

Por ejemplo, en la portada de la prestigiosa revista Science,4 había un dibujo de una presumible criatura transicional.  Se veía como si se hubiera echado un clavado en el mar, y estuviera asechando a un pez. Sin embargo, tenía pies y piernas como un animal terrestre, pero en vía de convertiste en aletas. Esta misma imagen apareció en una revista para maestros5 para ayudarlos a instruir a los alumnos en la evolución. El autor, Phillip Gingerich, proclamó en otro artículo de consumo popular:
‘En tiempo y en morfología, Pakicetus es un eslabón perdido perfectamente intermedio entre los primeros animales terrestres, y las consecuentes ballenas completamente formadas’.6
¿En qué estaba basado todo esto? ¡De hecho, en huesos insertados! No había nada debajo del cráneo. Y lo que es peor —sólo tres fracciones del cráneo representan la evidencia fósil actual, mientras que el resto era ‘reconstruido’. Así que, ¿cómo pudieron conocer el cuerpo debajo del cráneo? Respuesta: ¡no pudieron! Así que uno debe preguntarse, ¿cómo pudieron los editores de dos revistas permitir que tanta especulación fuera construida con tan pocos hechos?
Nuevos descubrimientos han derribado esta ‘reconstrucción’ imaginativa. Un evolucionista experto en ballenas, Thewissen y colaboradores, descubrieron más huesos de Pakicetus, y publicaron su trabajo en la revista Nature.7 El comentario de este trabajo en este mismo número8 dice, ‘Todos los huesos postcraniales indican que los pakicetides eran animales terrestres, e ... indican que los animales eran corredores, con sólo sus pies tocando el suelo’. ¡Este es muy diferente de la imagen de Gingerich sobre un animal con casa justo en el mar!
 
¿Qué podemos aprender de ésto?
 
* Siempre es importante verificar la fuente de cada declaración. Frecuentemente, los reportes populares van más allá de la evidencia actual, la cual no es revelada. Sin embargo, Gingerich era franco acerca de lo que de verdad encontró.
* Nunca tenemos toda la información científica —nueva evidencia surge todo el tiempo. Los eslabones perdidos son comunmente basados en fragmentos de huesos; cuando más huesos son descubiertos, el espécimen se convierte claramente en un tipo de criatura u otra, pero nunca en una transicional.
* La Biblia, la Palabra escrita del Dios que todo lo sabe, nunca cambia. Esto muestra la insensatez de iglesias quienes ‘reinterpretan’ (esto es, desacreditan) la Biblia debido a la ‘ciencia’. Si han reinterpretado  la enseñanza Bíblica acerca de la creación de las ballenas debido al Pakicetus, entonces deben reinterpretar su reinterpretación ahora que el Pakicetus ha sido mostrado como un animal terrestre veloz. Debemos recordar al eminente cirujano y apologista Cristiano, Dr. Arthur Rendle Short. Él había aceptado la evolución teísta en gran manera debido al ‘Hombre de Piltdown’, y siempre combatía con el corolario no Bíblico de muerte antes del pecado. Pero, murió justo antes de que esta farsa fuera expuesta.9
* ¿Quieren engañar deliberadamente los evolucionistas  ? En el caso de Gingerich, no, porque el mostró la evidencia actual, así que su declaración no fue un fraude intencional como lo fue la farsa de Piltdown. Debemos recordar que la evidencia siempre debe ser reinterpretada dentro de un contexto. Dado que Gingerich es un devoto materialista, la evolución es el único juego que conoce; así que debe interpretar los fósiles en un contexto evolucionista. Por lo tanto no es sorprendente que un puñado de pequeños pedazos de fragmentos de hueso son deseosamente considerados como un ‘eslabón perdido’. La moraleja de esta historia es: ‘Los fósiles están propensos a fallar, los huesos cantarán cualquier canción que quieras escoger’.10
Entonces, ¿ es Gingerich  completamente inocente? No—su decisión de ser materialista en algún punto de su vida—contradiciendo su enseñanza de la iglesia de su juventud11—fue un rechazo pecador de la evidencia de un Creador (Romanos 1:18-32). El fiasco del Pakicetus es una perfecta ilustración del ‘pensamiento fútil’ que resulta (vv. 21-22).
 
Referencias y Notas


1. Eso refuta a ‘creacionistas progresivos’ como Hugh Ross, quienes niegan el transformismo pero aceptan la escala evolucionista y otros eventos. Las ballenas aparecen arriba de animales terrestres en el registro fósil, así que Ross declara que las ballenas fueron creadas en un era después que los mamíferos terrestres fueron creados. En realidad, el registro fósil no es una secuencia de creación o evolución sino una secuencia de degradación en el Diluvio global y sus consecuencias.
2. Slijper, E.J., Whales and Dolphins (Ballenas y delfines), University of Michigan Press, USA, p.18, 1962.
3. Jones, S., Almost like a Whale : the Origin of Species Updated (Casi una ballena: el Origen de las especies actualizado), Doubleday, London, UK, 1999
4. Gingerich, P.D., Wells, N.A., Russell, D.E. and Shah, S.M.I, Origin of whales in epicontinental remmants seas: new evidence from the early Eocene of
    Pakistan (Origen de las ballenas en mares epicontinentales remanentes: nuevas evidencias del Eoceno temprano de Pakistán), Science 220(4595):403-406,
    22 Abril 1983.
5. Gingerich, P.D., Evidence for evolution from the vertebrae fossil record (Evidencia para la evolución del record de fósiles vertebrados),  Journal of
    Geological Education 31:140-144, 1983.
6. Gingerich, P.D., The whale of Thethys (La ballena de Tetis), Natural History, p. 86, Abril 1983
7. Thewissen, J.G.M., Williams, E.M, Roe, L.J. y Hussain, S.T., Skeletons of terrestrial cetaceans and the relationship of whales to artiodactyls (Esqueletos
    de cetáceos terrestres,  y la relación de ballenas con artiodactilos), Nature 413(6853):277-281, 20 Septiembre 2001.
8. de Muizon, C., Walking with whales (Caminando con ballenas), Nature 413(6853):259-260, 20 Septiembre 2001
9. Ver el libro escrito por su hijo, Prof. John Rendle-Short, Green Eye of the Storm, Parte 3, banner of Truth (El ojo verde de la tormenta, parte 3, Bandera
    de verdad), Edinburg, UK/Carlisle, Pennsylvania, USA, 1998
10. Shreeve, J. Argument over a woman (Argumento sobre una mujer), Discover 11(8):58, 1990 (en referencia a historias de la evolución humana).
11. Citado en Quammen, D., Was Darwing wrong? ( ¿Darwin equivocado?) National Geografhic 206(5)31, Noviembre2004.
 
Traducción por Carlos Fray